VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

29 oct 2017

MI TERRITORIO ES DISCOVERY !


Cada día la telebasura nos apedrea con series más absurdas y macarras. Desde Hombres, Mujeres y Viceversa hasta El último superviviente, un hombre que pretende enseñarnos que hay algo más terrorífico que morir: sobrevivir.

No se lo que cagará pero, comiendo lo que come, a rosas no va a oler.

Estamos en Nebraska, que el que no folla se la casca, a menos nosecuantos grados. Aunque no está nevado, los animales no paran de toser y estornudar.
Estamos perdidos porque nuesta avioneta se ha estrellado y han muerto todos menos yo. Menos mal que iba solo.

Primer reto: Hay que dirigirse hacia el Sur porque, para hacer el amor, ahí lo aconseja Raffaella como más mejor.
Tenemos dos caminos: uno plano donde en menos de un kilómetro se puede coger el tren articulado a Picamoixons y luego tenemos un barranco helado que parece ir a ninguna parte. Cogeremos este último.
Nos resbalamos, nos pegamos en la boca con las ramas bajas y un pollito de un nido se nos mete en un ojo. Nos hacemos una herida abierta y vienen los lobos al olor de la sangre. Nos cortamos un pedazo de muslo con un cuchillo jamonero para dárselo a los cánidos y entretenerlos mientras escapamos.

Por el camino nos encontramos un conejo y le damos por culo. La aventura es la aventura, chicos.

Llevamos 15 horas sin beber. Me planteo beber mi propia orina pero como me da asco cojo el gusano más gordo que había sobre una cabra muerta y lo aplasto hasta beberme sus vísceras. Sabe fuerte pero con un sabor como a bebida isotónica. Lástima no tener un paquete de patatas fritas.
Me cruzo con un sapo y me lo paso por los sobacos como desodorante.
Chupo una hoja de ortiga a modo de pica-pica.

El hambre aprieta y debo comer para no morir congelado y de inannición. Veo unas bayas de frutos rojos pero posiblemente nos puedan sentar mal, así que opto por matar y comerme una serpiente que estaba devorando a un zorro que se había comido una lagartija que se había alimentado de una moscarda del cardo mientras libaba de un vómito de perra chica salvaje.

Me hago una paja porque no perdono mi vaso de leche después de comer.

Un gran rio semi helado se desliza por debajo de un precioso puente de madera maciza. No pasaremos por el puente no sea que nos clavemos una astilla. Mejor bucearemos desnudos por entre los bloques de hielo pese a la tremenda corriente mientras unos castores nos roen los cojones creyendo que son avellanas.

 Lo hemos conseguido. Pese a la hipotermia, las heridas contaminadas, la colitis, la halitosis y el sarcoma de kaposi, hemos logrado atravesar lo peor. Creo que todavía me funciona un pulmón.

Me encuentro con una gran extensión de tulipanes en flor. No me fio. Pueden haber hormigas. Prefiero tomar el camino lleno de rosales de enormes pinchos junto a zarzales porque seguro que puede haber un Mc Donalds cerca.
He tenido suerte. Ahora me he encontrado con una explanada llena de astillas de árboles medio fosilizados. Ya casi no tengo piel que recubra mi cuerpo y las moscas no paran de poner huevos en mis heridas. Ya tengo cena asegurada. Soy hombre de fortuna.

Ahora solo nos queda pegarnos con un osos, pasar por el territorio de las serpientes anacondas y sacarnos con la navaja un trozo de fémur para hacernos un caldito reconstituyente.

Esto nos hace más fuerte, mas humanos y nos libera de una muerte segura. Cuando salga en dos años de la UCI os sigo contando.



No hay comentarios:

Publicar un comentario