VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

8 sept 2013

LA DECADENCIA DEL BUEN GUSTO Y SABER ESTAR.



Siempre he sido liberal, Dadaista, abierto siempre con cosas que hasta cierto punto se podían respetar y, sobretodo, fan de la máxima "Vive y deja vivir". Nada de encorsetarse a una idea fija.

Pero cuando miro a mi alrededor solo veo chonismo, macarrerío y la cultura de la intoxicación ( Alcohol, drogas, etc....). Son los más jóvenes que creen que vienen arrasando como si hubieran sido ellos los que han descubierto el penoso arte de follar cualquier cosa que casi no sepa hablar. Patético.

No se puede generalizar. Esto que quede muy claro. Ni tampoco se puede pensar que hay la mitad de santos y la mitad de demonios. No.

Pero veo a las chicas convertidas en camioneros. Arrabaleras, gritonas, alcoholizadas en cuando tengan cinco minutos de fiesta, escandalosas, provocadoras y mentirosas.
Leggins marcando todo el coño. Tops que realzan los pechos a la altura de los párpados. Vestidos seis tallas por debajo de lo que le corresponde, pintarrajeadas de manera que hacen enrojecer a las prostitutas de las rotondas y, lo peor, una actitud anti-cultural, hortera, soez y ordinaria. Es el vaginismo cerril.
Nada de femenino. Son hembras en busca de rabos. Rabiosas, sobreexcitadas y con un fuerte olor a cerda en celo.

Lo hombres han decaido hasta casi no saber hablar. Es la "cultura" del "Pos" ( Pues ), "Ejke" ( Es que...) y lindezas como "La Flipas", "Loco", "Primo" o "Me se" hizo un nudo...
Es la edad del músculo sobre la inteligencia. Del tatuaje salvaje frente a la lectura. Del "contador de folladas" en vez la calidad de las relaciones esporádicas.
Brazos que parecen estallar de músculos, cejas recortadas y depiladas que incluso producen risa a los gays más afeminados. Poses sacadas del Servicio Militar que nunca hicieron ( gracias a Dios) , alcohol y drogas como cosas básicas invulnerables. Vocabulario deleznable. Bravucones. Presumidos. Habla en forma de grito hitleriano. Todo aderezado con reggaeton o musica española aflamencada en el coche, con las ventanillas bajadas y a todo volumen. No olvidarse de las arrancadas de coche a 140 km/hora.

Sus programas de Tv favoritos casi no existen porque son la generación de Internet. Pero son más de Gandia Shore, la MTV, Geordi Shore o The Valley que de cualquier película medianamente decente.

El problema no es su actitud en sí. El problema grave es el poco respeto (ellos creen que "Respeto" es una parte interna de la vagina) que siente por las personas medianamente cultas o, simplemente, educadas.

Gente que se ponen en medio de la noche en la carretera para ver si las atropellas o, simplemente, si pueden echarte una botella contra el coche. ¡Qué divertido! La orgía de putas y cabrones acaba de comenzar.
Gritad, malditos, que vuestras vidas son largos suicidios eternos.

Y mientras se venden menos libros, se escucha poca música diferente, se ven pocas obras de arte y se vanaglorian en los medios de comunicación de gentuza de las cárceles, gitanos y no gitanos que venden droga, ladrones, etc...que pasan a ser...Los héroes de la Sociedad!!!!!!!
Así es. Programas como Callejeros nos intentan muchas veces convencer de que debemos apiadarnos de esta gente que vive como vive pero siempre haciendo mál a un tercero.

Todos oyen la misma música. Todos visten igual. Todos tienen los mismos ídolos y han visto las mismas series de Tv a través, claro está, de su móvil android con Internet, limpiaparabrisas y fosa séptica para meter toda la mierda que se ¿escriben?....

Vaya mierda de vida, de gente, de chicos, de chicas y de todo. Después de ver la película ELYSIUM, me pido estar allí y abandonar la Tierra.

Iros todos a la mierda.

NO ESTÁ MUERTO. ES MI MASCOTA

2 sept 2013

EL ESCANDALOSO CASO DE LA NIÑA-RAMERA ECLIPSADA POR ANA FRANK


Poco se supo de la pequeña Carolina Kaffeeehaus, hija de Uwe Potorro y Edith Fastervergen pese al peso político que tuvo en la época nazi que vivió al mismo tiempo la pequeña Ana Frank.

El  diario de Ana Frank contaba pobres peripecias de esta niña judia perseguida por los nazis y escondida en un desván a merced de ser descubierta y gaseada por los seguidores de Hitler. Una historia desgarradora y asfixiante que nos contaba entre el 12 de Junio de 1942 hasta el 1 de Agosto de 1944 la supervivencia de estas pobres personas señaladas por el simple hecho de ser judías.

Lo que no nos ha contado la historia es la pecaminosa vida de otra niña: la pequeña, pero zorra, Caroline Kaffeehaus, una pequeña niña nazi de apenas 6 añitos, usada por la Gestapo, que usaba sus clases de claqué con adviesas intenciones.

Una de ellas era transmitir en clave morse la situación de los judios escondidos gracias a su gracil taconeo de claqué. La niña de satanás se ponía a bailar en medio de la calle y, gracias a sus ágiles pasos, daba en morse las coordenadas de los judios escondidos.

Es más, la niña se prestaba en el arte del camuflaje y se hacía pasar muchas veces por niña judía abandonada. Comenzaba a llorar en plena calle diciendo cosas como: "Mamá, dónde estás!" , "Tengo miedo" o "Falafel" enterneciendo a los judios escondidos en sótanos, falsas paredes y buhardilladas.
La niña convivía con ellos intentando, como todos, hacer el mínimo de ruido cuando los perros de la Gestapo iban a la caza y captura de esta gente. En el momento cúlmen, cuando los policias de la SS estaban cerca de donde se hallaban los judíos escondidos, la niña se ponía a bailar claqué al compás de una sonora pandereta que guardaba bajo su pequeño can can.

Los judíos, aterrados, no sabían que hacer y eran vilmente cazados y apresados por los nazis ( De ahí viene la frase de la canción: "Nazi compare to You".

Como veis, la niña era de órdago. Ella y sus zapatitos de charol hicieron más daño que mil topos en una presa.

La pobre Ana Frank murió de tifus cuando la deportaron a Bergen-Belsen junto a su hermana pero, ¿qué final tuvo la pequeña Caroline Kaffeehaus?

Cuando cayó el Imperio Nazi, la pequeña Caroline huyó. Pero esto le sirvió de bien poco porque se internó en los bosques de Colonia y fue violada por trece vagabundos. Una vez abandonada, un oso le arrancó una pierna de una dentellada y, moribunda, la niña fue desangrándose por el bosque dándose por rendida, justamente, encima de un hormiguero y bajo un avispero. No quedó nada de ella excepto uno de sus zapatitos de charol que fue violado repetidas veces por un topo rosado de cabeza verde.

Un final de mierda para una vida llena de traiciones e hipocresía. Aún te pasó poco, Caroline.