VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

22 jun 2022

HOMOFOBIA? ME ABURRE...


 Que vamos a volver a la época de las cavernas es obvio si no nos mata antes las guerras, cambio climático, pandemias, falta de recursos, etc...

Que a estas alturas la gente crea que por ver los niños formas de vida homosexuales se hagan homosexuales es como pensar que por ver cine hetero, los gays se van a "redimir".

La falta de empetía con el otro nos lleva a ser cazurros y pensar en bucle sin aportar nada nuevo. Y si es "asqueroso" ver a dos mujer dándose un beso, ponte en el lugar de un homosexual viendo como constantemente se besan un hombre y una mujer.

-Uy qué asco! Dos mujeres besándose en una película infantil. ¿Hasta dónde vamos a llegar???

-¿Y lo dices tú que llevas a tu hijo al cine a ver Blancanieves donde un príncipe besa a una muerta? Donde la tiparraca convivía con 7 enanos que salían de una mina cantando????

Eso sí, ponerles videojuegos de matar, mola.Y para muchos ver el beso de dos hombre es como pensar que en la siguiente escena estan haciendo un 69. Pero la mente "cochina" la tiene uno dentro, no hay nada fuera que sea anormal.

- Vamos a ver, que de normal un hombre y una mujer es lo correcto.O no?

- Si es para engendrar, Sí. Si es para amar cualquiera puede amar al igual que cualquiera puede follar o cualquiera puede hacer fideos a la cazuela con cierto atino.

También es cierto que los pasise que la censuraron no pueden dar muchas lecciones de moral al resto y, una cosa son los países y, otra muy distinta, la gente que habita en esos países.

Mientras la polémica está servida y la atención se orienta sobre estos aspectos, disimuladamente nos meten más impuestos, multas, leyes absurdas, recortan los derechos, empeoran los trabajos y nos alienan con bobadas de....un simple beso!!!!

9 jun 2022

CÓMO COMPRAR UN PISO DE MIERDA POR ALGO MENOS DE 200.000 EUROS Y ARREPENTIRTE EN MENOS DE 12 HORAS CONTEMPLANDO EL SUICIDIO COMO OPCIÓN.


 Aunque no lo creais, no hace tanto, los pisos y casas eran amplios y no excesivamente caros aunque las viviendas nunca han sido baratas. pero, en fin, ahogándote un poco tenías un mínimo de 90 metros cuadrados, tres habitaciones grandes, un salón comedor, un baño completo y cocina.

No era extraño ver pisos de 120, 150 e incluso 180 metros cuadrados que desde la fachada al interior eran verdaderas obras de arte.

A día de hoy te tiras un pedo en el baño y te envasas al vacío. Como papel higiénico sólo puedes usar confetti y cuesta distinguir si estás cagando en el bater o dentro del pulivan.

Comprarte un televisor plano de más de 42 pulgadas para el salón es tener toda la rifa para un desprendimiento de retina ya que a penas hay dos metros desde el sofá hasta el mueble del tv.

Se emplea mucho el estilo minimal porque con solo comprarte un botijo ya no puedes acceder al balcón que, por cierto, caben dos sillas plegables y una mesita donde sólo puedes desayunar spagettis si son de estos finos. Tallarines no caben.

La cocina suele ser alargada y extremadamente estrecha que, digo yo, que casi mejor haberla puesta en el pasillo que suele ser más amplio si tienes la suerte de tenerlo. Porque a día de hoy, todas las estancias convergen en el comedor donde la puerta de la habitación, el baño y la cocina comparten hábitat.

Impresionante terminar de cagar y, aunque cierres la puerta automáticamente al salir del wc, el tufo se mezcla con la colliflor que estás cocinando y el olor a semen revenido que sale del dormitorio junto a los efluvios de las zapatillas  y la ropa del tendedero que tienes castigada en la micro-oficinita que te has montado en una habitación que creíste al principio que era un zapatero.

La habitación de los niños es lo que antes era el cuarto de escobas y el niño tiene que dormir colgado como un vulgar jamón del Juteco, que a veces dan ganas de lonchearlo.

La galería es la propia teoría de que hay universos dentro de universos, porque en un metro cuadrado te debe caer la lavadora, secadora, la ropa sucia, el vedulero, las escobas y mochos y la arielita que aún no sabes por qué coño la tienes pero que le has cogido querencia.

Total, una mierda. eso sí, cara y diminuta.