VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

5 ago 2018

EL VORTICE DEMONIACO DE MI ASCENSOR


Mi ascensor mantiene una relación demoníaca conmigo. Y os lo explico con claridad.
Vivo en un noveno piso y mi coche lo aparco en el sótano al lado del ascensor. Cierro el coche, llamo para que baje y, al momento, se abren las puertas y tico a mi piso.
Desde ese preciso momento, y nunca antes, me entran unas ganas de cagar tremendas, pantagruélicas... Ni en el coche, ni al salir de él, ni cuando aviso para que baje...sólo cuando entro y quedan 10 pisos. Pero no os creáis que es un pequeño retortijon, no...es como si gestara un alien y decidiera cambiar de postura. Mis intestinos parecen volverse locos. Siento gases que suben y bajan, me pegan como una patada en el ano y suben por mi columna hasta el sobaco izquierdo en micras de segundo.
Comienzo a pensar en otra cosa mientras no pudo parar de dar saltitos como creyendo que así aguantaré 10 pisos que parecen el ático de El Coloso En Llamas.
Me miro en el gran espejo del ascensor y observo que mi cara está entre verde y azulada. Es como si mis órganos internos hubieran decicido montar una rave sin mi permiso. Tengo la sensación de que mi ano ha salido hacia fuera como el pitorro de una olla express dos segundo antes de estallar.
Como puedo (el dolor de pedo atravesado no me deja respirar con normalidad) me voy despasando el cinturón del pantalón y ya tengo las llaves de casa en la mano.
Cada piso es una tortura, un suplico, un tormento inenarrable. Tengo la sensación de que el bazo se me ha subido a la nuca, el pulmón ha bajado donde la vejiga y los uréteres se hayan colgado del nervio óptico.
Por fin para el ascensor en mi piso. La puerta parece no abrirse nunca. Corro como puedo, a causa del dolor punzante, hasta la puerta de casa, tiro los bártulos al suelo e intento correr parándome por el dolor que me inmoviliza hasta el baño situado, fijate tú qué casualidad, al final del enorme pasillo de casa.
Me siento en el báter y....un pequeño pedito y se acabó todo.
¿Cómo es posible eso?¿Dónde está el feto deforme que debería haber parido por orden de Satán? ¿Dónde están mis expectativas de perder de golpe 3 kilos? Nada. Nihilismo intestinal.
Y eso todos y cada uno de los días.
Si eso no es el vórtice del mail, que venga Dios y que lo vea.



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