El cantautor brasileño Roberto Carlos siempre fue alguien polémico detrás de los escenarios. Su primera canción la compuso a los 13 años de edad y se titulaba "Te hiede la nalga cagá".
Tuvo una premonición sobre Facebook al escribir la canción "Yo quiero tener un millón de amigos". Fue denunciado por la Protectora de Animales por su canción "El gato que está triste y azul". En realidad fue un caso verídico. Roberto Carlos tenía un gato depresivo al cual intentó matar estrangulándolo, de ahí lo de azul (tirando a morado). Al final lo dejó con vida y el animalito se acercó a él, una vez recuperado, y le lamió un tobillo. Roberto Carlos compuso entonces su canción "Yo quisiera ser civilizado como los animales".
El cantante reconoció tener bajo su cama una copia del Necronomicon, el libro de los muertos, porque vendió su alma al diablo, ya que su cara era un asco.
Dicen que si pones cualquier disco en el tocadiscos y lo reproduces en sentido contrario, se oye al revés.
De las última declaraciones del cantante dijo: "Catalanes hay en todas partes. Sobretodo en Cataluña". Y, según él, el secreto de llegar tan bien a su edad consiste en estar así como está a su edad.
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