Aunque mi primera intención era escribir sobre cómo masturbarse con dos galletas Maria de Fontaneda, finalmente he puesto todo mi empeño en contar un suceso que, al narrarlo a otras personas, he descubierto con desazón que les había ocurrido a más de uno.
Paso a relatar los hechos:
Te duchas hacia las nueve de la noche, cuelgas el mango de la ducha de su asidero, te secas y acicalas, cenas, ves la televisión y te acuestas hacia las once y media despidiendo el día con un pedo mostoso.
Pero hacia las dos o las tres de la mañana, por poner una hora cualquiera, la ducha empieza de repente a gotear con fuerza vaciando en el silencio de la noche todo su contenido. Susto.
Por qué. Si la ducha está en lo alto, si el grifo está cerrado, si no entra presión de agua ni está mal colocada la ducha ¿por qué gotea de repente durante unos tres minutos el agua retenida en el tubo flexible de la ducha?
A esas horas el susto es morrocotudo porque no tiene razón de ser. No hay ninguna fuerza, ni siquiera la de la gravedad, que justifique el por qué pasa esto horas mas tarde del aseo, a media noche y sin tocar nada, ni haber abierto un grifo ni nada de nada.
Para colmo, ese sonido de caer el agua con poca fuerza nos incita a orinar con lo cual no hay tipo que se atreva a entrar en el baño para miccionar.
Y yo me como la cabeza: "Si no hay presión por qué cae el agua", "Y por qué no cae antes"....
Solo hay dos explicaciones:
La primera sería porque, realmente, el espíritu del Ventero de Forlasa anda tocando los cojones de la gente más temerosa. La segunda explicación consistiría en el llamado "Efecto Mariposa" en el cual un chino masturbándose con palillos desplazaría una onda de aire caliente que llegaría a nuestras duchas en forma de goteo.
Ya cada cual opine con cual de las dos se queda porque, amigo mio, otra explicación....no es posible.
Otra explicación puede ser que la vecina de arriba tenga el piso inundado y rezume humedad en forma de gotas, pero...¿cómo se puede explicar que pase todos los días?.
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