VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

VAYA FINAL TRISTE PARA UNA VIDA DE MIERDA

1 oct 2014

CINE DE AUTOR


Si algo me da asco en esta vida son los amigos que te piden que les acompañes al cine a ver una película sesuda o de autor.
Es como si el director quisiera tomarnos el pelo con el gesto serio. Vamos, como los chistes que contaba Eugenio. Y encima de que son un rollo, normalmente las proyectan en versión original y en blanco y negro. Es como tener en casa un frigorífico a velas.

Comienza el film con una música de flauta árabe que marea más que la noria de mi pueblo. Aparece en pantalla un desierto y, a lo lejos, un jeep. Un Jeep que tarda cinco minutos en llegar delante de la cámara y que el director se recrea como algo bello y hermoso.
Del Jeep salen dos hombres:
- Hemos llegado
- El sabor de las cerezas es como un cántico efímero que embriaga el paladar del creyente efebo.

¿Perdona? Me haces ver cinco minutos de un todoterreno aproximándose a la cámara para regalarme un diálogo así?...¿Cerezas?...

Pero lo peor son los films japoneses de directores como Yasujiro Ozu o Kenji Mizoguchi con unos planos-secuencias tan largos, que el equipo técnico se iba a merendar y las cámaras seguían rodando la escena        ( escena, es comida y es almuerzo) como si nada.
La familia Takoke se dispone a tomar el té de jazmin en su apartamento de papel. La escena entera, sin cortar, va desde calentar el agua para el té hasta la lavada de potorro de la señora Takoke tras orinar a las dos horas el puto té.
Y mientras tanto, el diálogo es de retraso mental:
- Qué hermoso está el bambú en esta época del año....
- Sí, querida. Y la señorita Katsukabe ya ha regado sus petunias como cada día.
- Deberíamos invitarla un día a tomar el té con nosotros.
- No creo que acepte la invitación. La pobre está muy triste desde que su hija Fukushima le hizo un cunnilingus al gato de Tatito Chunk.....

Las alemanas no son mejores. Ese afán por los planos extensos en que no pasa nada se convierte en una mala costumbre bastante pesada.

Klaus Dieter Frankenhoilerfunk tiene la vista perdida en el campo de amapolas cuando una bella joven entra en escena, se sienta en el prado y llena su pelo de alegres florecillas mientas que Klaus Dieter admira su belleza durante unos diecisiete minutos.
¿Cual es la moraleja? Pues que sentarse sobre un campo de amapolas deja el culo rojo como un mandril en celo. Y para eso hacen una película de 123 minutos.....Pero lo peor es como la gente sale del cine filosofando y alabando el film.

- Tremenda película
- Ya lo creo, casi se me saltan las lágrimas cuando ella se pone en el pelo la 78 florecilla que cogía lentamente del campo....
- No sé si te diste cuenta que todo era una metáfora de por qué el equipo de fútbol aleman usa plantillas devorolor.
- Quizá si revisas bien las escenas yo más bien creo que se trata de por qué el Trans Europe Express no llega hasta Tarrasa.
- Sí, es un punto de vista muy interesante.
- Coño, pues me lo acabo de inventar!

Son películas de culto. Yo vi "Querelle" de Fassbinder y no distinguí el Movierecords, de la película. ¿De qué coño iba?¿Homosexualidad?¿Barrios bajos? ¿Asesinos?¿Gordas? ¿Gordas que asesinan a asesinos?¿Asesinos gays que matan a marineros de luces en venganza a la Pantoja?¿De marineros gays que hacen fideuá?.....No sé...

Las europeas, en general, son un tostón, y más, cuando son de época.
1948. En algún lugar de Europa...
- Gregoria, querida, ¿Dónde estás?
- Aquí, junto a la puertaventana.
- Oh, mi amada, luces tan hermosa junto a la puertaventana...
- Tengo noticias de Matthew. Las líneas enemigas han retrocedido.
- Albricias. Espero que no hubieran llegado hasta la puertaventana...
- Oh, querido Ralph, abrázame....estoy entumecida...
- Ya, pero tú no te separas de la puta puertaventana...
- Atchiiiisss...to´l mocarro sobre la carta de Matthew, madreeeee....


Y lo malo es que dicen:
- Guau! La sala estaba llena!
- Sí, y eso que el minicine tenía dos tiras de butacas de dos sillones cada una...guauuuuuu....

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